admirando el firmamento. Rige el silencio y ellos atienden al presente,
disfrutan en la intimidad, sienten en profundidad el aquí y ahora.
Se dejan inspirar por el panorama e inician una corta conversación
sobre sus pasiones, sus sueños. Pretenden formar una familia, ese es su deseo primordial.
Élla desea ser madre hace mucho tiempo atrás.
Las estrellitas siguen su rumbo, hoy es noche de deseos.
Pasarán toda la noche hasta el amanecer contemplando el cielo.
Y es que se respira pura armonía, una enorme tranquilidad reina en la
oscuridad. No hay ruidos penetrantes, tampoco sonidos molestos
que puedan entorpecer la calma. Sólo ellos dos y la naturaleza.
Se contentan con el cielo estrellado y la paz interior que les provoca este
encuentro tan acertado. Siguen horas así, sin pronunciar palabra, tan sólo
gozando de la reinante mudez. Recordarán esta concurrencia por mucho
tiempo como una experiencia rica y saludable para su cuerpo y alma,
una experiencia que hizo florecer su espíritu y encontrar su liberación.
Sienten formidable gratitud.
Y todo esto tan sólo así ocurrió en una noche rebelde, en cual la luna no
yacía y brillaba con su semblante para todos nosotros,
en la que fue partícipe de las miradas y los suspiros de una pareja enamorada.
by So Sunny
Precioso, y la luna como testigo, enhorabuena
ReplyDeleteMuchas gracias Encar =)
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