Ella solía escribirle cartas de amor en el silencio de la noche, a sabiendas que jamás le llegarían. Eran vida para ella y las cuidaba como un tesoro. El cansancio no habitaba en sus dedos y las palabras bailaban sobre el papel. Disfrutaba de su imaginación y es ahí donde se provocaba también encuentros ficticios de los más lindos. Perseguía una historia sin expiración, un cariño lejos de caducidad. Era todo palpable y auténtico, basado en hechos reales. Anhelaba un rincón de ternura y esperaba merecerse ese presente junto a él. Y lloraba de alegría en su interior cada vez que se veían por "causalidad". Vibraba su cuerpo, botaba su mente. Eran encuentros agradables, pero obviamente no significaban nada para él, pues jamás le contestaba. In der Stille der Nacht schrieb sie ihm Liebesbriefe, wissend, dass sie ihn nie erreichen würden . Ihre Worte tanzten auf dem Papier und die es gab Null Müdigkeit in ihren Fingern. In ihrer Vorstellung erschuf sie auch Begegnungen, die e
A ella le encantaba ese amor en oscuridad, era un secreto inconfesable, una unión sin contacto carnal, él era su tentación que no podía evitar. Él era como un sueño inaccesible, un arrepentimiento imposible. Tal vez todo ese alboroto emocional era un amor unilateral, algo nada recíproco, aún así ella tenía fe e ilusión. Y ella intentaba borrarlo de su mente, pero vivía en dificultad para ello, ya que el universo era muy caprichoso y lo ponía de vez en cuando en su camino. No sería tarea sencilla abandonar esos pensamientos de entusiasmo y frenesí, pues ella a veces andaba a la caza, solicitando su rostro por todas las esquinas de la cuidad y sin ningún logro. Ella intentaba ocupar su mente para no pensarle tanto y eso era una faena, un laberinto y se perdía. En realidad gustaba celebrar la vida y deseaba centrarse en otras cosas, pero a veces no levantaba cabeza y entonces entristecía su corazón. Se preguntaba... ¿Cuántas mujeres lo verían como sus ojos lo veían? Qué envidia tan