En una pequeña ciudad bañada por la luz dorada del atardecer, Sara esperaba cada tarde en el parque central, con un libro entre las manos y la esperanza de algo desconocido latiendo en su pecho. Fue entonces, una tarde de primavera, cuando sus ojos se cruzaron con los de Abraham, un joven que paseaba distraídamente mientras tarareaba una melodía. Algo en su mirada parecía familiar, como si sus almas se reconocieran más allá de lo explicable. Abraham se detuvo, como si una fuerza invisible lo atrajera hacia Sara, y en ese instante, el tiempo pareció detenerse. Sin decir una palabra, sus sonrisas lo dijeron todo, como si el universo hubiera conspirado para reunirlos en ese preciso momento. Se sentían felices y serenos por toda la química que manifestaban sus miradas, la atracción era palpable. Se sentían tranquilos al entablar una conversación. Ella quedaba encantada con su dulzura de voz y viceversa. Ambos estaban convencidos de que su rompecabezas amoroso e inacabado había encontr...
Ésta es la historia de una muchacha ilusionada. Se desvive por el Amor y la Vida, está en constante lucha de no perderse en la desesperación del tiempo y escribe poesía y sus historias!!!