Fue una dura sentencia. Ella tomó una decisión irrevocable. Ya no gustaba estar atrapada en ese círculo vicioso sin salida irreparable. Su alma sollozaba lágrimas de sangre y su mente estaba fría como el hielo. Tragos amargos y golpes bajos habían sido la triste habitualidad. Un presente con daños y calamidades terribles y un pasado nunca resuelto la conducían a una desesperación inhumana. Estaba destinada a un fracasado mar de angustia, tormento y ansiedad y ella le había avisado. Él no quiso atender. Su intento de recuperar la relación desaprovechado y tarde. Ella le había entregado su amor hacia tiempo. Él no quiso comprender que una relación había que cuidarla y alimentar el amor día a día, nutrirlo con actos y olvidarse de tantas palabras sin fondo, tantas falsas promesas. ...
Ésta es la historia de una muchacha ilusionada. Se desvive por el Amor y la Vida, está en constante lucha de no perderse en la desesperación del tiempo y escribe poesía y sus historias!!!