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Mostrando entradas de junio 15, 2023

la mia anima è sempre in carnevale/mi alma siempre está de carnaval/my soul is always in carnival/meine Seele ist immer im Karneval

Mi alma siempre está de carnaval. ¡Me divierto! Cada vez que se marca una sonrisa en mi rostro, es porque viajé a mi niñez, además ahora sonrío porque le doy de lado a la monotonía y nombro como enemigo al aburrimiento. Mi pasatiempo, observar la naturaleza, mi distracción el viento que columpia mi cabello, el espectáculo de los pajaritos, súper héroes volando, pio pio, la expansión de fuego del sol radiante, las nubecitas de algodón... Todo fenómenos palpitantes, todo belleza vertiginosa, todo fascinación esbelta, hipnotismo celestial. Todo placentero en este mundo, una totalidad de maravillas ante nuestros ojos. Algunos ven, otros no. ¡Despierta! Y bien sé que hay que vivir el presente, de nada te vale la conducción al futuro, pues ese no se manifestara como imaginamos, tampoco es ventajoso vivir en el pasado, solo trae tempestades mentales, sentimientos de culpabilidad y tragedia extrema. Así que decídete por el aquí y ahora. Vive achispado de amor, loco de exaltación; júbilo y gozo

Il karma non è altro che la giustizia divina./El Karma no es otra cosa que la Justicia Divina/Karma is nothing other than Divine Justice/Karma ist nichts anderes als göttliche Gerechtigkeit.

Con sosiego latía su corazón, dejó de mentirse y ahora ella decía "good bye" a ese hombre nefasto con poco estilo y pensamientos melancólicos. Ella sentía desahogo y una ligereza impresionante. Su alma salvada con espacio para el amor. Ya su vida era libre de ansiedad y de escenas teatrales. Sin embargo "él" era todo un caballero. Ella sabía que aparentemente el amor no se compraba con nada, solo se medía el aliento, el cuidado y los actos. Porque el querer es poder y también sabía que el Karma no era otra cosa que la justicia divina y ella confiaba, aunque no le deseaba nada malo a ese hombre fatídico. Un contenido exquisito en una versión de amor que apenas comenzaba. Ella se merecía y quería ser premiada con la bienandanza. No iba a remover viejos tiempos. En la calle era todo oído, todo ojo. Y cuando ya lo añoraba y pensaba que le había perdido de vista, él aparecía. Le pedía a Dios que la guiase y lo pusiera en su vereda, siempre y cuando Dios quisiera y así er