Era el motivo de su existir. Respiraba por él. Por desgracia ellos vivían bajo diferentes techos en una misma ciudad. El destino, aunque cruel, no pudo apagar el fuego de su atracción. Compartían mismas vibraciones. Existía una delicada conexión. Sus corazones latían al unísono, soñando con el día en que finalmente podrían compartir un solo hogar. Ella sentía una chispa que avivaba su corazón cada vez que lo evocaba. Ella creía fervientemente que sus súplicas serían escuchadas. Había distancia que los separaba. Cada amanecer renovaba su esperanza, pero ya se iba cansando y cada día evitaba más su recuerdo, ya no venía a caso revivir su sonrisa. Cada día se convertía en un desafío de fortaleza. Aunque su corazón aún latía con amor, los pocos momentos compartidos se desvanecían. Con el paso del tiempo, aprendió a vivir con la ausencia, buscando nuevas formas de llenar el vacío que él había dejado. Y todo se convertía en vocablos escritos y repetitivos en cartas de amor sin...
Ésta es la historia de una muchacha ilusionada. Se desvive por el Amor y la Vida, está en constante lucha de no perderse en la desesperación del tiempo y escribe poesía y sus historias!!!