Tras ese encuentro casual y tan fortuito, Alberto se animó a preguntarle si le gustaría tomar algo juntos. Ella llevaba esperando esa coincidencia por tanto tiempo y por supuesto aceptó gustosamente. Intercambiaron palabras afectuosas y descubrieron muchos intereses compartidos. Saborearon un Tequila Sunrise entre miradas cómplices. El resto del día transcurrió y lo pasaron paseando junto al mar, compartiendo historias y carcajadas con el sonido del oleaje de fondo. La diversión era máxima, el ambiente, ardiente. Llenos de energía y con gran entusiasmo, conversaban sobre cualquier tema que se les ocurriera. Con la puesta del sol, Alberto sujetó la mano de Susana y confesó: "Este ha sido el mejor día de mi vida". Susana, sonriendo, contestó: "Y para mí también". Mientras él acariciaba su rostro, le robó un beso y ambos sintieron que estaban en casa. Desde aquel momento, Susana y Alberto fueron inseparables, formaban una pareja con una conexión especial. Su atracción...
Ésta es la historia de una muchacha ilusionada. Se desvive por el Amor y la Vida, está en constante lucha de no perderse en la desesperación del tiempo y escribe poesía y sus historias!!!