No se vive con un corazón putrefacto, con asco en el alma. No se hunde uno en la mierda por discusiones internas. No vives de broncas externas. Es un crudo relato que sufres en la mente. No hay posibilidad de escapar del susto, uno no se puede librar tan fácilmente de las pesadillas. Si no cambias, serás victima de tus propios pensamientos mentirosos. El ego puede matarte, si siempre le haces caso, pues es un charlatán, un bocazas que no tiene idea, solo palabras catastróficas para envenenarte más la sangre. Apártate de su arrogancia, quiere ser el centro de atención. Quiere tomar posesión de tu espíritu y envolverte con su discurso nefasto. Él es el rey de la tragedia, un bicho malo. Un parásito anidado en tu mente que revuelve hasta tu estómago y acaba importunándote al máximo. Condénalo al alejamiento.
Comienza un nuevo viaje. Cambia tu perspectiva. Acaba con toda noche en tu ser. Vibra en luz. Sé presente minuto a minuto y conviértete en tu héroe. El alivio en tu corazón aparecerá y la alegría sacudirá de nuevo tu corazón. Estarás en sintonía con el universo y agradecerás la transformación. Serás representante de la felicidad y la satisfacción. Paz gobernará en tu camino. Permanecerás en la senda del agradecimiento y la iluminación te hará volar.
Conscientemente lucharás por más positividad y de ese modo alcanzarás tu victoria. Esa será tu ley, vivir en armonía con tu mundo interno. Barrer cualquier obstáculo y enamorarte de tu ser.
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