Un día en mi casa donde todo es posible.
Desde lavarme la cara hasta ponerme el pijama.
¿Pero qué ocurre durante el día?
A veces me lastimo la muñeca de tanta escritura,
desgasto mi mano plasmando en lienzos,
mi lengua se afina leyendo textos de Bukowski.
Entro en trance desde mi ventana,
observando la arboleda preciosa.
Miro al cielo e imagino temas en las nubes.
Camino rápido para quemar grasa sobrante
con mis deportivas aladas.
Pego salticos y vuelvo a estar en tierra.
Bailo con mi brujo en el salón con la música a tope, imaginándonos en un pub.
Cuando voy de compras tengo mil ojos y
a veces me hago un presente. Regreso a la parte aburrida,
al ser ama de casa pero que también conlleva su creatividad.
Vivo entre cuatro paredes de vivos colores, aunque a veces se respire un marrón oscuro.
Después están los estados anímicos que me llevan desde la cima hacia el desnivel.
Son subidas y bajadas espontáneas y refrescan mi caprichoso corazón.
Me encanta conversar con mi mentor, él es aclaratorio y buen mozo.
Uy, son las 22 horas de la noche, ya me preparo para conciliar el sueño, tomo una ducha, unas cremitas y un cepillito de dientes, lista para mis
Ein Tag zu Hause, wo alles möglich scheint.
Desde lavarme la cara hasta ponerme el pijama.
¿Pero qué ocurre durante el día?
A veces me lastimo la muñeca de tanta escritura,
desgasto mi mano plasmando en lienzos,
mi lengua se afina leyendo textos de Bukowski.
Entro en trance desde mi ventana,
observando la arboleda preciosa.
Miro al cielo e imagino temas en las nubes.
Camino rápido para quemar grasa sobrante
con mis deportivas aladas.
Pego salticos y vuelvo a estar en tierra.
Bailo con mi brujo en el salón con la música a tope, imaginándonos en un pub.
Cuando voy de compras tengo mil ojos y
a veces me hago un presente. Regreso a la parte aburrida,
al ser ama de casa pero que también conlleva su creatividad.
Vivo entre cuatro paredes de vivos colores, aunque a veces se respire un marrón oscuro.
Después están los estados anímicos que me llevan desde la cima hacia el desnivel.
Son subidas y bajadas espontáneas y refrescan mi caprichoso corazón.
Me encanta conversar con mi mentor, él es aclaratorio y buen mozo.
Uy, son las 22 horas de la noche, ya me preparo para conciliar el sueño, tomo una ducha, unas cremitas y un cepillito de dientes, lista para mis
sábanas blancas.
Ningún día es igual al otro pues odio la monotonía.
Ein Tag zu Hause, wo alles möglich scheint.
Vom Gesichtwaschen bis zum Anziehen des Pyjamas.
Doch was geschieht im Laufe des Tages?
Manchmal schmerzt mein Handgelenk vom vielen Schreiben,
Ich strapaziere meine Hand auf Leinwänden,
meine Zunge wird durch das Lesen von Bukowskis Werken geschärft.
Vom Fenster aus versinke ich in Trance,
und betrachte die prächtigen Bäume.
Ich blicke zum Himmel und erdenke mir Geschichten in den Wolken.
Ich renne schnell, um überschüssige Pfunde zu verlieren,
mit meinen flügelgleichen Turnschuhen.
Ich springe umher und lande wieder auf dem Boden.
Ich tanze mit meinem Zauberer im Wohnzimmer zu lauter Musik und stelle mir vor, wir säßen in einer Bar.
Beim Einkaufen habe ich tausend Augen und
manchmal beschenke ich mich selbst. Dann kehre ich zurück zum eintönigen Teil,
zum Dasein als Hausfrau, doch auch das hat seine kreativen Momente.
Ich lebe zwischen vier bunten Wänden, obwohl manchmal ein dunkles Braun in der Luft hängt.
Es gibt Stimmungen, die mich auf und ab werfen.
Sie sind ein spontanes Auf und Ab und beleben mein launisches Herz.
Ich genieße es, mit meinem Mentor zu plaudern, er ist aufschlussreich und attraktiv.
Oh, es ist 22 Uhr, ich bereite mich auf den Schlaf vor, dusche, creme mich ein und greife zur Zahnbürste, bereit für meine weißen Laken.
Kein Tag gleicht dem anderen, denn Monotonie ist mir zuwider.
by So Sunny
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