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Mostrando entradas de septiembre, 2011

A mi Musa

Hoy quiero caminar descalzo aunque la distancia es la misma. Si decido correr, pudiera llegar antes; o pudiera, quizás, agotar mis fuerzas y no llegar. Prefiero seguir a pie y despacio y haciendo el camino a golpe de pisadas cargadas de melancolía y nostalgia. Camino que solo usaré yo, y nadie podrá seguir mis huellas, y no porque yo quiera; simplemente no podrán. Pesan sobre mi espalda inmundos pecados fundidos en plomo, tengo los bolsillos llenos de arena, y la ropa rasgada y salpicada del vinagre que emane de las heridas en mi alma. Ando y ando, y solo veo un campo infinito invadido de Damasquinas, y sigo el camino que me marcan los escasos pero imponentes Escaramujos a los que las Damasquinas les dejan su lugar para mostrarme el sendero. Cuando creía que llevaba la ruta correcta hacia el infierno, súbitamente aparece ella. Lleva en la cabeza una corona de Acacia Dealbata, viste largas ropas blancas y tiene rostro angelical. Sobre su pecho reposa un Asfódelo amarillo

Estaré contigo

Yo decido estar contigo, ayer y hoy discuto conmigo. Una entrada y una salida más o menos frecuente; él hospeda y se aloja permanentemente en mi mente. Siempre está presente en mi mente. Cuestiones, dudas, miedos y riesgos me ahogan y desvanecen mi aliento. Me desvelo en las noches, aúnque él cuida y vela mi sueño; a una distancia de más de 8.000km, me sigue y me engancha. Sin despedirme y sin dejar huella, yo desaparezco. Ahora predomina e impera el silencio. Donde antes reinaba una paz y un amor puro e inocente con confianza, compacidad y profunda complicidad, ahora nace la incertidumbre, se opone la desconfianza y le invaden las dudas; se pregunta por qué ese doloroso silencio? Él es fuerte, llora, pero no derrama ni una lágrima, en cambio yo, derramo y derramo. Él grita a los cuatro vientos, que es injusto, como le trato. "Amore, no es mi culpa, vivo enjaulada, prisionera, sin libertad; encarcelada e imaginándote a cada instante ! " Transc